TERMINA LO QUE EMPEZASTE


     Un motivo importante por el que muchas veces tengamos la sensación de que no nos sale nada bien, que no tenemos suerte en nada, todos la tienen menos nosotros... Es porque no terminamos lo que empezamos, no tenemos ni paciencia ni constancia, y cuando empiezas algo con muchísima ilusión, pasa el tiempo y ves que no hay resultado o muy poco resultado, pues fácilmente te hundes y te das por vencido, y ¿cómo te sientes entonces? Pues un inútil. Y no lo eres.


     Nos dejamos llevar muchas veces por los impulsos y un día nos levantamos con una super idea y te das cuenta que con esa idea te vas a comer el mundo, se lo dices a todo el mundo, y lo cuentas con un entusiasmo que los demás se contagian y te admiran incluso. Pero al igual que somos impulsivos, somos caprichosos, y queremos ver el resultado ya. Y eso sólo ocurre cuando te toca la lotería. Para todo lo demás te lo tienes que trabajar, empezar desde 0 e ir consiguiendo poco a poco pequeñitas cositas, hasta que pasa el tiempo y te das cuenta que ya lo tienes, ya lo has conseguido.
     En muchas ocasiones eso que hemos empezado con tanta ilusión, resulta que sí nos está dando resultados, pero estamos tan centrados en el objetivo final y en la recompensa final, que no conseguimos ver los pequeños logros que estamos haciendo, y nos desilusionamos y tiramos la toalla. Luego estamos un tiempo deprimidos hasta que se nos ocurre otra grandísima idea que nos va a solucionar la vida, y vuelta a lo mismo, a tirar la toalla y a deprimirse otra vez. Cuando esto ya ha ocurrido varias veces, nos damos por vencidos totalmente y ya ni siquiera lo intentamos, nos resignamos a la vida que nos ha tocado y a esperar que pasen los días.
     Hay un ejemplo muy claro y muy simple para esto que te digo: cuando nacemos, no sabemos hablar, pero sin querer a base de probar y experimentar y aprender de los demás, cuando tus padres se quieren dar cuenta tienes una fluidez hablando increíble, ¿quien lo iba a decir cuando solamente sabías hacer ruidos? Pues es un ejemplo de como se consiguen las cosas. Claro, es algo que pasa desapercibido pero a mi me parece algo asombroso, como el ser humano tiene esa capacidad de aprender y de conseguir lo que se propone.
     Seguro que te ha venido a la mente algo que te haya pasado sobre esto que estoy hablando hoy, aunque sea de hace muchos años, pues bien, ponte en situación, visualiza aquello que intentaste y acabaste dejando, imagina que desde aquel momento hasta hoy hubieras seguido con ello sin perder la ilusión. Pues hoy por hoy serías el rey, pero como lo dejaste a medias, has perdido la oportunidad de serlo y se ha quedado todo en una frustración y en algo de lo que te avergüenzas.
    Así que si empiezas algo, lo primero que tienes que tener en cuenta es que el resultado no lo vas a ver enseguida, primero vas a ver pequeños pasitos lentamente hasta que consigas tu objetivo, pero no olvides nunca lo bien que te vas a sentir cuando lo hayas logrado, céntrate en eso. No presumas de lo que vas a triunfar sin haber siquiera empezado un proyecto, porque el palo va a ser el doble de gordo. Se consciente de que todo se empieza desde abajo pero que se consigue con constancia, paciencia y perseverancia.
    Yo te animo y ten claro que si quieres, puedes.

Si te ha gustado esta entrada, descárgatela en .pdf aquí.

No hay comentarios:

Publicar un comentario